La terapia psicológica está dirigida no sólo a aquellas personas que son conscientes de que padecen un problema psicológico,
sino también a aquellas que sienten malestar asociado a ansiedad,
tristeza, estrés, inseguridad, baja autoestima, agresividad, ira, vacío, miedo, fobias, obsesiones, confusión, dependencia, etc.